''La Grilla Danzante'' por Doron Yashphe
Alan Watts ha descrito al pensamiento humano como un fenómeno peculiar en la naturaleza. Es la danza de las líneas que se entrecruzan y acompañan entre sí, serpenteando, hasta separarse en caminos opuestos. Sin embargo, no tratamos al pensamiento como una danza. Encasillamos a la naturaleza para que sea más simple de entender. De la misma forma en que cortamos el alimento para una mejor digestión, dividimos al mundo para comprenderlo más eficientemente. Si continuamos con este hábito de masticar teorías sin sentido, de tomarnos todo muy en serio, de ignorar las experiencias reales, la vida se volverá una pesadilla.
Watts insiste que la vida no es el estudio de la vida. La vida está fuera de los pensamientos, está en nuestra experiencia, libre de una grilla procusteana, es decir, libre de una comparación. La grilla de los pensamientos son mosaicos que no dicen nada acerca de que los ha originado.
En el arte de Alejandro Stein, esta trama terriblemente racional se presenta ante nosotros en su propia danza inusual. Nos olvidamos que esto es posible.
Las unidades simples que se crean en la cuadrícula, son para facilitar la inspección científica siendo coloreadas de forma lúdica, que no hacen más que bailar armoniosamente con sus equivalentes. Giran, vibran y hasta casi que laten.
El sentido común y la ciencia nos llevan hacia unidades más sencillas para que su análisis y registro sean más precisos, ya que podemos perder de vista todo aquello que está fuera de los límites previstos.
Las tramas de Alejandro florecen y brillan hacia afuera como una danza, como un todo y van más allá del lienzo. Una brisa de divisiones alegres que permanecerán siempre iguales.
© 2020 by Alejandro Stein